Martes 28 Junio

Mateo 8, 23-27

 

~ ¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe? ~

 

Mateo ha introducido este episodio en el marco de diez milagros, a través de los cuales intenta una catequesis. Al centro encontramos a Jesús como Dios y la urgencia de creer en Él.

 

Los discípulos han aceptado ir a tierras paganas, pero no comprenden que este camino pondrá en crisis sus anteriores seguridades.

 

La tempestad producida por la presencia de Jesús y los suyos entrando en territorio no judío simboliza la resistencia del paganismo a la misión. Pero no solo eso, también una cierta reticencia de los discípulos al nuevo horizonte que Jesús les abre. En otros episodios, sus discípulos habían constatado el dominio de Jesús sobre las fuerzas del mal en alguna persona, como es el caso de los endemoniados. Ahora ven que domina a la naturaleza. La relación inmediata que establecen es que Jesús reordena la creación, liberándola de las fuerzas del mal. Por eso dicen al final: “¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?”.

 

El miedo de los discípulos introduce el tema de la fe; una fe no madura. Parece que no comprenden la calidad de Jesús Hombre-Dios.

 

Ayudados por las representaciones culturales y religiosas de su tiempo, creerle a Jesús debió de ser más fácil para los discípulos que para nosotros. Nuestras representaciones religiosas y sociales han cambiado. Vivimos un franco materialismo y secularismo, a través de los cuales leemos todo el acontecer. Entonces, lo que para aquellos discípulos era algo extraordinario, un milagro, puede ser leído por nosotros como un efecto del cambio climático.

 

Aun así, lo que vieron los discípulos es lo mismo que nosotros podemos ver: que Jesús nos llama a cruzar las fronteras de nuestras propias representaciones para encontrar la verdad y para reorientar nuestra vida.

 

Acaso suene extraño, pero… ¿por qué no nos atrevemos a cruzar las propias seguridades de la ciencia? ¿Y por qué no las de la fe?

 

Igual que entonces, sabemos que Jesús es Dios, Él es la puerta para cruzar más allá de cualquier tempestad; y sobre todo, entendemos que si algo le urge al mundo, es creer.

 

¿Te atreves a vencer el miedo, a cruzar a la otra orilla? ¿Te atreves a creer?

 

Oración:

Señor Jesús, me fascina la idea de cruzar más allá de lo que alcanzo a comprender. Ayúdame a confiar de manera incondicional en ti. Más aún, cuando las tempestades nublan mi entendimiento y me llenan de miedo.

 

Permite que en mi hogar siempre vayamos contigo a bordo de esa barca que es la Iglesia, y en la que tú, en el momento necesario, nos descubrirás el horizonte para ver el nuevo mundo al que nos estás llevando. Señor Jesús, ¡qué bella es la fe con que nos amas y nos salvas! Amén.

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