Jueves 24 Diciembre
Lucas 1,67-79
~ Por la entrañable misericordia de nuestro Dios
nos visitará el sol, que nace de lo alto ~
Este Cántico de Zacarías, llamado también Benedictus, igual que el Magníficat, conjunta una síntesis hermosa del amor que Dios tiene por nosotros. Dios que cumple sus promesas, que es fiel y que procura los medios para habitar entre nosotros. Aunque Zacarías tiene en sus manos a su Hijo a quien acaban de bautizar: Juan, que será el bautista, su mirada está puesta en Jesús. Zacarías está viendo el futuro luminoso del mundo, gracias a la intervención del precursor del Hijo de Dios.
Que Jesús nazca en esta misma noche, la Nochebuena, nos anticipa el gozo de la liberación y la certeza de la vida y del amor. Jesús nace como Sol de medianoche; su luz se compara solo con la de la pascua e ilumina a quienes vivimos en tiniebla y en sombra de muerte.
Parece que, en un mundo en apariencia exitoso como en el que vivimos, no necesitamos más nada. Y, sin embargo, persiste la desesperanza. Conquistamos todo, pero no terminamos de resolver nuestra vida, el amor y la felicidad. Los medios de comunicación social y la expresión de nuestros artistas, nos muestran que vivimos en un mundo parecido al que veía Zacarías: de tiniebla y en sombra de muerte.
Pero hoy el Sol nace de lo alto. Y cuando más espesa parezca nuestra oscuridad y nuestra indigencia, cuando menos garantías nos den nuestros recursos científicos y nuestro injusto orden social, comprenderemos con mayor claridad la luz del Sol que nace, que solo Dios es nuestro salvador. Entonces viviremos libres de temor, le serviremos con santidad y justicia, y Él guiará nuestros pasos por el camino de la paz.
Oración:
Señor Jesús, haznos experimentar la alegría de Zacarías.
Que en nuestra familia vivamos solo para ese momento luminoso en que todo será evidente. Visítanos, apacigua nuestros corazones y abre nuestros ojos para verte en nuestros hermanos más vulnerables y servirte con amor. Amén.