Martes 23 Abril

Juan 10, 22-30

~ “¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo?

Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente” ~

La fiesta de la Dedicación, celebra la consagración del templo. Que Jesús se pasee por el pórtico de Salomón, tiene una lectura simbólica: Él es también el nuevo templo, consagrado por el Padre; el nuevo santuario que sustituye al antiguo —Cfr. 2,19-21—.

El enfrentamiento que tiene hoy con los judíos, está en paralelo con el primero: cuando Jesús echó del templo a los vendedores, y anunció que destruido el templo, Él lo levantaría en tres días —Cfr 2,13-22—.

Jesús tiene en ascuas a los judíos. En el fondo, no desea tomar en sus propios labios el título de Mesías, para que nadie lo malinterprete, aduciendo que desea el trono de Israel. Le conviene presentar sus obras, como credenciales que avalan su trabajo liberador, y que viene del Padre.

Desde entonces como hasta ahora, muchos dirigentes de los pueblos, no toleran las obras buenas, realizadas por el amor de Dios; las interpretan como una posibilidad de poder alternativo. También en nuestra sociedad actual.

Pero algo que debe entender, todo aquél que ostenta el poder temporal, es que la relación de Dios con su pueblo, es anterior al orden social y de una intimidad y pertenencia única que nadie puede arrebatar.

A unos y a otros nos haría mucho bien, no sospechar de Dios, y permitir que las religiones hagan su trabajo. Al final tendremos sociedades más estables, maduras y con una visión más humana y trascendente.

Cuando un dirigente político o religioso, regresa a casa, por la tarde, la familia puede recordarle que no es dios, que tiene necesidad de afecto y de pertenencia; y que este amor y pertenencia, tiene su origen y su fin en Dios.

Aceptemos el don de Jesús, su Espíritu, y con él, la vida que supera la muerte.

Oración:

Señor Jesús, creo firmemente que Tú haces nuevas todas las cosas. Me inspira saber que nuestra relación contigo y con tu Padre, encuentra su culmen en nuestro corazón agradecido, que se convierte en Tu nuevo templo. Me emociono de vivir a la escucha de tu voz, como oveja que se siente segura con la presencia del pastor.

No permitas que los de mi casa, sigan viviendo una religión lejana o de estructuras caducas. Afiánzanos en la Verdad, en la Libertad y en el seguimiento de tu Amor. Amén.

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