Que Muchos Salgan Del Abandono
Martes 7 Julio
Mateo 9, 32-38
~ Y expulsado el demonio, el mudo rompió a hablar ~
Este Evangelio contiene dos partes distintas: el endemoniado mudo y la compasión de Jesús sobre el pueblo que está cansado y abatido como oveja sin pastor. Es un episodio versátil que nos sirve de transición: de los milagros que Jesús viene realizando al discurso apostólico que continuará.
En el mudo endemoniado que rompió a hablar podemos leer un símbolo más del Israel que está cerrado en sí mismo. Fue necesario obrar esta liberación y confrontar, una vez más, la ideología de los fariseos, que desconocen la bondad de los milagros de Jesús, y la inclusión de los paganos en el proyecto de Dios.
Sigamos ahora la segunda parte del Evangelio. Jesús confirma que la necesidad del pueblo es mucha. Si el pueblo está como ovejas sin pastor, significa que nadie se ocupa de él. Se encuentra en una situación desesperada. La solución a este abandono viene solo si se pide al Padre que envíe operarios. No se puede prescindir de las mediaciones humanas.
Las dos imágenes que usa Jesús ––ovejas y mies––, aunque se remontan al Antiguo Testamento y se leen mejor en el tipo de sociedad de Jesús, siguen vivas en su contenido y nos sirven para tomar conciencia de la falta de unidad que vive nuestra sociedad y del abandono material y espiritual en que nos encontramos.
Sigue siendo urgente que el Evangelio penetre y vivifique nuestras nuevas formas de cultura y de sociedad. Persiste la necesidad de que, como comunidad, seamos acompañados, más allá de la ideología de las tendencias o de la cultura de la opinión, por verdades más profundas y duraderas, como las que Jesús nos ofrece en su proyecto del Reino.
Parece que vivimos los mejores momentos de la historia y de nuestra historia. Siempre puede ser así si decidimos salir de cualquier ghetto o condicionamiento político, religioso, ideológico o social, para dar paso a las aspiraciones trascendentes de la persona y la sociedad. Si permitimos que Jesús nos alcance con su propuesta de verdad, libertad, fraternidad y amor.
Al final resulta esto: la alegría de iniciar un proyecto en una mies que no es la nuestra, pero que de igual manera, urge de ser cuidada. ¡Hagamos posible que muchos salgan del abandono! Y que otros tantos se conviertan en operarios.
Oración:
Señor Jesús, ¡qué bello es saberse acompañado! Ayúdame a abrir mis horizontes, a no estar cerrado como el mudo o como los fariseos. Que pueda yo acompañar a quienes me son cercanos y viven el abandono.
Permite que en mi hogar estemos dispuestos a acompañar y a servir en tu mies, en el pedacito de mies en que nos tienes; y que con un trabajo discreto y sostenido en este quehacer con nuestro entorno, demos muy buenos frutos. Amén.