Salvar La Familia
La Sagrada Familia
Mateo 2, 13-18
~ José se levantó, y esa misma noche
tomó al niño y a su madre y partió a Egipto ~
La experiencia de la huida a Egipto y la muerte de los inocentes, nos pone en advertencia: hay poderes enemigos que intentarán impedir el plan de Dios sobre nuestra familia. ¿Cuáles son esos poderes? Es probable que no lo sepamos. No es que debamos vivir estos tiempos, por más que sean tiempos violentos, con una actitud temerosa y enfermiza. Pero sí nos toca velar por nuestra familia, y a ser posible por la gran familia humana; a imagen de San José que salva a su familia llevándola a Egipto.
Salvar la familia, sin embargo, no será en todos los casos, una huida. A veces hay que tomar acciones determinantes que igual la protegerán.
Detrás de la imagen de los Santos Inocentes, podemos ver las nuevas víctimas inocentes, sacrificadas en el terrorismo, las prácticas abortivas, y demás abusos no solo contra niños, sino contra sus similares, los desvalidos.
Jesús huyendo a Egipto con María y José, nos permite verlo como precursor de la interminable movilidad humana, de exiliados, emigrantes y perseguidos.
Sabemos bien que el nacimiento de cada niño, el nuestro igual, es un don de Dios; también la familia.
Cuando nace un niño, podemos descubrir que esa criatura, viene de estar frente a Dios. Esto nos demanda acogerlo en el calor de la familia. Aunque no tengamos comodidades exteriores: Jesús nació en un establo y su primera cuna fue un pesebre, pero el amor de sus padres, lo hizo sentir completo, amado y protegido.
Nuestra sociedad avanzaría mucho si cada niño recibiera esta acogida, amor y protección. Las nuevas generaciones crecerían con seguridad y con un buen sentido de la vida.
¿De qué puedo salvar hoy a mi familia? ¿Cómo puedo hacerlo?
Oración:
Señor Jesús, enséñame a vivir en paz, confiando en tu designio sobre mi familia; dame la inteligencia necesaria para entender cuándo tenemos que huir, cuándo enfrentar o simplemente modificar nuestro modo de vivir.
Que cada miembro de nuestra familia, pueda ser lo mismo José, que María o Tú mismo, en el trabajo de custodiar tu proyecto sobre nosotros. Amén.