Martes 22 Marzo
Mateo 18, 21-35
~ Si no perdona de corazón cada uno a su hermano ~
El perdón va de la mano del amor. Quien no perdona, es decir, quien no ejerce el amor con el prójimo, no tiene capacidad para ser perdonado; en otras palabras, no experimenta el amor de Dios.
Pedro sabe bien esto, pero intenta evadir su responsabilidad, moviéndose en el terreno de la casuística.
Es posible que nosotros, de manera semejante y por algún tiempo, hayamos evadido el perdón. Pero hoy aprendemos que quien no perdona no ama; y lo peor, no es amado.
Tomemos en cuenta que toda ofensa entre nosotros vulnera la verdad y el amor, y con ella acabamos oponiéndonos a Dios, que es Verdad y Amor absoluto.
Es urgente y necesario perdonar siempre y de modo perfecto. Es el único medio para superar la culpa y cortar la cadena de agravios en la que el mal de la culpa crece. La ofensa solo se puede superar mediante el perdón.
La mayor razón para perdonar es la misericordia de Dios. Si Él nos ha perdonado lo más, ¿por qué no perdonar lo menos a quienes nos han ofendido?
La comunidad o la familia, puede reconciliar o expulsar. Si no perdonamos, estamos cometiendo un delito mayor que aquel que nos ofendió. Lo excluimos del todo.
Si queremos experimentar el amor de Dios, perdonemos con generosidad y seamos libres.
Oración:
Señor Jesús, permite que valore las deudas que me has perdonado. Que yo sea generoso para perdonar a mis hermanos. Que en Familia paremos toda escalada de agravio, odio y rencor para ser libres; para no vivir de otra cosa que no sea el amor. Amén.