Miércoles 17 Marzo
Juan 5, 17-30
~ Llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal,
para una resurrección de juicio ~
Ante la oposición de los judíos que se cimentan en la ley como expresión de la voluntad de Dios, Jesús postula su actividad liberadora.
La liberación del ser humano se identifica con la voluntad de Dios, más que todo precepto o ritualismo.
Dios no ha cerrado su don a un orden temporal. No se puede someter a los hombres a la sola organización social; Dios y su proyecto de salvación son mucho más que eso. Mientras haya oprimidos, marginados y hombres privados de su libertad, el plan de Dios no se ha completado.
Jesús encarna esta voluntad de Dios: amar al ser humano y llevarlo a la comunión con Él. Ni siquiera la ley mosaica tiene autoridad divina, más sí Jesús, que viene del Padre para dar vida. Quiere llevar a la plenitud a los que son muertos en vida.
El juicio de Jesús no es para condenar, sino para tirar de nosotros hacia una vida superior. Estemos seguros de que su sentencia será justa, porque su criterio es el bien objetivo de cada uno de nosotros.
¿Cuánta vida comunicamos?
Oración:
Señor Jesús, que suceda conforme has venido a rescatarnos. Que yo admita que eres el Hijo de Dios, que me seduzca tu libertad y el bien que me ofreces.
Permite que en nuestro hogar hagamos de los semejantes el criterio fundamental de nuestra experiencia de fe. Enséñanos a ser hijos de tu Padre y a comunicar vida, como Tú. Amén.