¡Déjalo actuar!
Jueves 9 enero
Lucas 4, 14-22
~ Esta Escritura, que acaban de oír, se ha cumplido hoy ~
El poder del Espíritu con el que Jesús inicia su misión en Galilea, es el poder de la vida de Dios. Nos evoca el poder del Espíritu que se cernía sobre las aguas en el momento de la creación. El mismo poder que levantó a Jesús la mañana de la resurrección.
Al aplicarse a sí mismo el texto de Isaías, Jesús está manifestándose (epifanía), como Mesías liberador que inaugura, la era de la salvación. La era del Espíritu que se abre para todos, incluso para los paganos.
Seduce la idea de que Jesús haya permitido que el espíritu actuara. Nosotros también fuimos ungidos desde el bautismo y la confirmación. Un buen día, quizás hoy, podríamos dejar que el Espíritu de Dios actuara en nosotros. Implica una conversión de vida y de vocación. Como laicos, no estamos exigidos de arrastrar en nuestra subida a Jerusalén a nuestra familia; pero sí a declararnos llenos de Espíritu y gozar de esta fuerza, con la cual Jesús, nuevamente, libera personas a través nuestro.
¿Cuándo fue la última vez que experimentaste al Espíritu de Dios?
¿Qué liberaciones has visto?
¡Déjalo actuar!
Oración:
Señor Jesús, provoca mi entendimiento y mi voluntad, para que te siga en la nueva sinagoga de Nazaret.
Que adheridos a tu persona y a tu Espíritu, nosotros como familia, seamos instrumento de liberación para los más oprimidos, los enfermos, los pobres y demás marginados sociales.
Permítenos gozar de nuevas liberaciones y de glorificar tu nombre. Amén.