Fuerza De Vida
Dante Gabriel Jiménez Muñoz Ledo
Domingo 18 Agosto
Lucas 12, 49-53
~ “He venido a arrojar fuego sobre la tierra y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo” ~
En el discurso de Jesús, aparece esta prioridad del reino. El fuego que Él trae sobre la tierra para purificar, iluminar y para propagarse, no es un fuego devastador o de juicio, sino de discernimiento. Es el fuego del Espíritu que purifica y que da consistencia al mundo. Por eso escogemos como tema: “fuerza de vida”.
En el mundo en el que vivimos nos hemos acostumbrado al confort. Hemos acallado nuestra conciencia y nos hemos instalado en la falsa paz del orden establecido. En ese sentido, hemos perdido la fuerza para vivir.
Jesús se presenta ahora como un profeta. Aquél cuya encomienda principal es anunciar el proyecto de Dios y denunciar la infidelidad de su pueblo. Ante esta amenaza del fuego de Jesús, el pueblo intentará apagarlo, matarlo. Por eso Jesús dice que tiene que pasar esa terrible prueba. Matar a Jesús implica sumergirlo en las aguas de la Cruz.
Oración:
Señor Jesús, que yo me vincule contigo, de tal forma que mi adhesión a ti sea más fuerte que mis vínculos de sangre. Hazme entender que mi vida contigo será siempre de violencia interior, de lucha conmigo mismo en cuanto a mi condición de pecado y mi tendencia al confort.
Haz posible que mi comunidad familiar o eclesial también esté siempre en tensión, entre las ideologías que logran justificar nuestras infidelidades y las exigencias que brotan del fuego de Espíritu con el que quieres renovar el mundo. Jamás permitas que apaguemos tu fuego para no comprometernos. Que tu Palabra nos queme por dentro, de forma tan eficaz, que hagamos arder la sociedad. Que trascendamos nuestras vidas desde tu fuerza vital. Amén.