Sábado 19 Diciembre
Lucas 1, 5-25
~ Días después, concibió su mujer Isabel ~
Zacarías e Isabel representan a la institución judía. Así se la veía, sin descendencia y en la esterilidad.
Del mensaje del ángel, entendemos que se refiere a la salvación de Israel; pedía la intervención de Dios para salvar a la nación.
A juzgar por las palabras del ángel, Dios no promete una renovación institucional (del culto y la ley), sino suscitar un profeta superior a los antiguos, uno lleno de Espíritu desde antes de nacer.
La duda de Zacarías nos deja conocer su falta de fe. Parece que la relación de su sacerdocio con Dios es meramente formal. Por eso le cuesta trabajo entender el misterio de Dios.
¿Cómo es nuestra relación con Dios?
¿Cómo creemos en sus promesas?
Hemos de creer que, igual que Juan Bautista, venimos en medio de la historia, por un acto de amor de Dios.
Igual que Zacarías, a veces no damos crédito a lo que Dios nos propone para nuestra historia de salvación. Sin embargo las promesas de Dios se cumplen a su debido tiempo.
Si creemos que Jesús vino al mundo hace dos mil años, y si lo recibimos cada año en la liturgia de Navidad desde la fe y la experiencia de nuestro amor, no dudemos de que Él tenga un plan también para nosotros. Entremos al santuario de Dios y percibamos, hasta donde sea posible, el misterio que Él quiere revelarnos.
Oración
Ven, Señor Jesús, en esta Navidad, abre mi corazón para seguir creyendo en tu promesa de salvación; y abre mis labios para cantarte un canto alegre. Que ni yo ni mi familia permanezcamos mudos ante tu presencia. Amén.