Martes 26 Enero
Marcos 3, 31-35
~ Quien cumpla la voluntad de Dios,
ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” ~
Es muy probable que quienes fueron a buscar a Jesús, no eran sus familiares de sangre, sino un grupo de judíos de su pueblo. Marcos describe una escena en la que Jesús aprovecha esa visita, para completar la enseñanza de quienes tiene enfrente.
Jesús induce a que quienes están con Él, se sientan su familia. Los que están afuera pueden simbolizar: la madre, al antiguo Israel, y los hermanos, a los judíos de donde Él procede.
Ahora está con un grupo de seguidores no judíos, como si fueran su familia, y eso es lo más importante. Que quienes se acercan, cumpliendo la voluntad de su Padre Dios, se sientan también su familia; esa es la única condición: cumplir la voluntad de su Padre Dios.
Si alguien piensa que María, su madre, es agraviada en este comentario de Jesús, por el contrario, hay que entender que María es doblemente honrada. Como hemos insinuado antes, es poco probable que este evangelio se refiera a que la madre de Jesús vino en su búsqueda. Pero Jesús, tiene en mente a su madre, como modelo de discípula suya y de Hija de su Padre Dios. Su parentesco con su madre, además del de sangre, es el de la nueva familia que tiene enfrente: la que cumple la voluntad de Dios. Y la primera que cumplió esta voluntad, fue María con su “Sí” a la Encarnación de Dios. Además, María es la primera que vive los valores del Reino, que son superiores a los lazos de sangre.
Como podemos ver, no es difícil encontrar nuestro parentesco con Jesús.
¿Qué tan pariente te sientes?
Oración:
Señor Jesús, Gracias por recordarme que me debo a ti. Aunque a veces te he tratado como un pariente lejano, hoy deseo ser de ese grupo que se arracima en torno tuyo, para escucharte, y gozar de tu proyecto de salvación.
Haz posible que los míos, mi familia de sangre, también sean tus familiares en el Reino. Que sintamos el gozo de estar unidos a María, tu madre; y que comprendamos cada día más los valores de tu reino. Haznos tuyos de veras, tus parientes más cercanos. Amén.